Absorta en el umbral, como indecisa
De descender a la dudosa vida,
Las pupilas dormidas a la sombra
De la pestaña amiga,
Te vi, paloma de insondable hechizo,
Cuando en la altura el véspero se engríe.
Para cruzar la vida los dos juntos
Te ofrecí mi sendero. No quisiste
Creerlo. No quisiste
Aceptar el apoyo de mi mano,
Pero el oleaje levantado entonces
Se orienta tu recuerdo.
Poema - Macedonio Fernandez
Viernes 3-am - Charly Garcia.
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